Según los datos manejados por la Comisión Independiente para la Reforma de la Tributación Corporativa Internacional (ICRICT) , las cuatro principales economías europeas, Alemania, Francia, Italia y España ven esfumarse cada año más de 45.000 millones en impuestos gracias a las ventajas que países socios como Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Irlanda, Chipre y Malta ofrecen a sus empresas para deslocalizar sus negocios mediante maniobras de elusión fiscal. Por ello, la UE trabaja para la elaboración de figuras fiscales propias, bonos de CO2 y medidas de armonización fiscal entre los países comunitarios. No obstante, sin una forma de superar el llamado problema de la unanimidad, continuará el modelo fiscal vigente en la actualidad.