Los líderes de los 27 llegaron a un acuerdo de mínimos para reclamar «corredores y pausas humanitarias», que permitan llegar la ayuda humanitaria, midiendo cada palabra del texto final para no cuestionar explícitamente a Israel, a pesar de la masacre de la población civil en Gaza. No desairar a Israel era uno de los principales objetivos de Alemania y Austria. «Israel es un Estado democrático que se rige por los principios de derecho», aseguró el canciller alemán Olaf Scholz. Opinión compartida por su colega holandés, Mark Rutte. Por otra parte, ha habido posturas críticas entre algunos representantes comunitarios, como la del alto representante Josep Borrell, o la del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, así como de jefes de gobierno como el español Pedro Sánchez o el belga Alexander de Croo, pero dichas voces críticas nunca han constado en documentos oficiales elaborados en estas reuniones de la UE, por lo que seguramente se confía en que su presencia sea efímera en la memoria de la ciudadanía europea.