El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado la primera ley contra la islamofobia en la historia del país, en un momento en el que numerosos informes señalan tanto el incremento de la islamofobia como del antisemitismo, impulsados a su vez por un contexto internacional exacerbado por la creciente escalada del conflicto entre Hamás e Israel. Este anuncio parece marcado por un esfuerzo del ejecutivo de contrarrestar «formas conexas de prejuicio y discriminación» dentro del país, aunque no cabe duda que la cercanía de la cita electoral presidencial en Estados Unidos en 2024, por un lado, así como la pérdida de apoyos internacionales respecto a lo que está sucediendo actualmente en la Franja de Gaza, por otro lado, juegan un papel de primer orden en la intencionalidad del mismo en este momento en concreto.
