La inestabilidad y la situación bélica en Oriente Medio y, sobre todo, los ataques de los hutíes a los barcos de bandera o capital israelí que naveguen por el mar Rojo, ha llevado a las grandes navieras internacionales y las petroleras a anunciar que van a dejar de operar a través del Canal de Suez, aunque tengan que recorrer más distancia y con más costes, bordeando el sur de África, tal y como han hecho la petrolera BP, la naviera noruega Equinor, el gigante A.P. Moller-Maersk o la división de transporte de mercancías MSC. Eso ha generado ya sobrecostes este lunes, subiendo el petróleo más de un 3% y los futuros del gas más de un 10%. Por otro lado, el Canal de Panamá está experimentando otros problemas que causan largos retrasos y esperas. En los últimos meses la sequía, la falta de lluvia y la escasez de agua en los lagos artificiales que alimentaban sus esclusas, han provocado provocado retrasos y atascos, por lo que aquí las grandes compañías de transportes también están empezando a plantearse otras opciones, como el Estrecho de Magallanes. Ambos canales de navegación son estratégicos para el comercio marítimo internacional, pero es bastante probable que su coincidencia temporal tense aún más las cadenas mundiales de suministros, elevando rápidamente los precios o incluso amenazando la continuidad de dichos suministros.