La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos acusó a Israel de estar acelerando la ocupación de Cisjordania con asentamientos ilegales en ese territorio palestino, una práctica que constituye un crimen de guerra bajo las leyes internacionales. El informe del alto comisionado Volker Türk denuncia el incremento de 24.000 viviendas familiares en los asentamientos israelíes de Cisjordania, así como planes, conocidos esta semana, para la construcción de otras 3.476 viviendas israelíes. Además, también se ha denunciado los crecientes ataques violentos contra los palestinos cisjordanos, con al menos 603 casos confirmados en los últimos meses y la muerte de 405 personas, la gran mayoría a manos de las fuerzas armadas israelíes.