La supuesta Cumbre de Paz para Ucrania, logró reunir a 98 de los 182 países miembros de Naciones Unidas en Suiza, pero evidenció la brecha que existe entre un Occidente frente a los países emergentes, que sospechan de los intereses estadounidenses y europeos que oculta el conflicto como demuestra el hecho de no haber invitado a una de las partes del conflicto, la propia Rusia. Prueba de este distanciamiento del sur global, es que 12 países, entre ellos los principales del BRICS+, evitaron firmar la declaración final de la cumbre (Arabia Saudí, Armenia, Bahréin, Brasil, Colombia, Emiratos Árabes Unidos, India, Indonesia, Libia, México, Sudáfrica y Tailandia), como tampoco lo hizo el representante del Vaticano. También ha sido muy notable la ausencia voluntaria de cualquier representación oficial de China en este evento. El presidente brasileó, Luiz Inácio Lula da Silva, no acudió personalmente a la cumbre, como tampoco lo hizo el máximo aliado de Ucrania, el presidente estaoudinense Joe Biden que se limitó a enviar a su vicepresidenta Kamala Harris.
Desde Praefuturus, consideramos que esta cumbre no tenía como verdadero objetivo la paz en Ucrania, sino comprobar el apoyo público de los aliados de unos de Occidente y de los BRICS+ para sus respectivos bandos en esta pugna global por la hegemonía. Lo que sí quedó evidenciado es que el hartazgo internacional a la prolongación indefinida de esta guerra, no sólo por la pérdida de vidas humanas, sino también por el grave daño a la economía mundial. Sin embargo, los EEUU y la OTAN nos están preparando para lo contrario: prolongación temporal del conflicto militar en Ucrania, apertura de nuevos frentes contra Rusia con supuestas revoluciones de colores como Georgia, etc. Nuevamente, parece evidente que Estados Unidos sólo se está salvando así mismo a costa de todos los europeos.