El Tribunal Supremo de Israel ha dictaminado por unaminidad el fin de la polémica exención militar para jóvenes judíos ultraordoxos. La Corte decidió que «no existe base legal para excluir a los hombres ultraortodoxos del reclutamiento» y que si no sirven en el Ejército, tampoco deben recibir subvenciones educativas y de asistencia social financiadas con fondos públicos. Sin embargo, no queda claro si el fin de esta polémica exención implicaría el envío inmediato de órdenes de reclutamiento a los 67.000 haredíes elegibles para el servicio militar obligatorio inmediatamente o si será un proceso gradual. La decisión judicial ya ha provocado las primeras reacciones políticas en dos partidos ultraortodoxos, Shas y Judaísmo Unido de la Torá (JUT), que han amenazado con abandonar la actual coalición de gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, con sus 18 vitales escaños, si la medida entrase en vigor.
