
El Consejo de la Unión Europea aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Bielorrusia con los objetivos públicos de equiparar algunas de las medidas restrictivas que los Veintisiete ya imponen a Rusia por su guerra contra Ucrania y prevenir así que Moscú pueda eludirlas gracias a la colaboración de Minsk. Además de las consabidas sanciones que afectan a las exportaciones e importaciones entre la UE y Bielorrusia, también se trata de restringir los viajes por carretera para trasladar mercancías al mismo tiempo que se veta se vetan numerosos servicios financieros, comerciales o tecnológicos.