En la reunión más reciente, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), una agencia vinculada a la ONU, ha examinado las quejas de varios países europeos, entre ellos Francia, Suecia, Luxemburgo y Países Bajos, sobre aparentes «interferencias», en algunos casos con vistas a torpedear la distribución de señales de cadenas de televisión y radio ucranianas. Supuestamente, los expertos han geolocalizado el origen de los ataques y han marcado en el mapa varios puntos vinculados a Rusia, entre ellos Kaliningrado. Por su parte, las autoridades rusas se han desligado de estas aparentes intervenciones.
