
El fiscal general eslovaco, Maros Zilinka, ha anunciado que «la clasificación» del hecho «ha cambiado» y que pasa de ser investigada como «intento de asesinato premeditado» contra el primer ministro, Robert Fico, a «ataque terrorista». El detenido, Jurak Cintula, se expone ahora a una pena entre 20 y 25 años de cárcel, según el código penal eslovaco.
Desde Praefuturus, debemos llamar la atención por las particularidades de este caso concreto, que casi ha provocado la muerte de uno de los pocos políticos dentro de la Unión Europea que han ido en contra del discurso oficial de la OTAN y de las máximas autoridades europeas, pidiendo públicamente y en repetidas ocasiones la normalización inmediata de las relaciones bilaterales entre Rusia y la UE. Sin embargo, esperamos que tanto Hugría como Eslovaquia sigan defendiendo una auténtica paz en Europa pese a posibles presiones y amenazas, ya sean de carácter externo o interno.