La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) ha anunciado que ha convocado un reunión de emergencia a «todas las partes involucradas en la crisis del Banco Central de Libia» ante el «riesgo de precipitar al país al colapso financiero y económico», después de que el Gobierno del este libio, enfrentando al Gobierno del oeste cesara la explotación y exportación petrolera por el conflicto relativo al control del banco petrolero nacional.
Desde Praefuturus, debemos recordar que las tensiones y divisiones surgidas durante la guerra civil libia que sucedió tras el derrocamiento de Gadafi en 2.011, con la participación directa e indirecta de Francia y de otros países de la OTAN, han perdurado hasta la actualidad, a pesar del alto el fuego respaldado por las Naciones Unidas en 2.020. De hecho, la crisis causada por el control del banco nacional de petróleo y los beneficios de su venta sólo son señales claras de las nuevas tensiones vividas entre el oeste, el este y otras zonas rebeldes de Libia debido a la creciente pugna por la hegemonía global entre los mecenas internacionales de unos y otros.