
La crisis abierta en el gabiente ucraniano con la mayor remodelación del Gobierno (cinco ministros y un número todavía indeterminado de altos funcionarios) desde que comenzó el conflicto coincide con el imparable avance ruso en el este de Ucrania, que la limitada ofensiva en el sur de Rusia no ha podido frenar. La desaparición del antiguo ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, podría apuntar a posibles desavenencias entre Zelenski y sus aliados occidentales, aunque también apuntar al descontento de la cúpula ucraniana por las dificultades del diplomático a la hora de convencer al Congreso estadounidense para garantizar el suministro de armas al próximo presidente de EEUU, gane quien gane, o quizá, su dimisión se deba a la oposición de Kuleba al «Plan de la victoria» del propio Zelenski debido al alto riesgo de confrontación total en Europa contra Rusia.
En el plano militar, ha habido críticas recientes dentro del estamento militar ucraniano, por el experimento de Kursk, ha retirado lo mejor de las tropas y armamento que estaba conteniendo a los soldados rusos en Donetsk (facilitando ahora el avance ruso allí), y que claramente son insuficientes para continuar la ofensiva dentro del territorio ruso.
Desde Praefuturus, debemos resaltar que a las recientes criticas sobre la estrategia en Kursk por parte del estamento militar ucraniano se les habría sumado al parecer la propia OTAN, probablemente tratando de desmarcarse en público del fracaso en dicha operación militar (aunque hubiese sido imposible su puesta en marcha sin el visto bueno previo, la puntera información satelital y los enormes servicios de Inteligencia de algunos de los Estados miembros de la OTAN).