Los Gobiernos de Egipto, Irak y Jordania han condenado en un comunicado conjunto la agresión lanzada por Israel contra Líbano y han advertido que «empuja a toda la región hacia una guerra abierta». Además, también han señalado que «detener la escalada empieza deteniendo la agresión israelí contra Gaza», por lo que han reclamado a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas «que asuman sus responsabilidad para detener la guerra» y han vuelto a insistir en que «Israel tiene total responsabilidad de este deterioro de la situación, que tendrá consecuencias graves para toda la región».
Desde Praefuturus, hemos advertido en numerosas ocasiones que la actual coalición gubernamental de Israel, encabezada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, expandiría las operaciones militares hacia los vecinos regionales de Israel para prolongar la permanencia temporal del Gobierno israelí, expandirse territorialmente en una ventana de tiempo muy reducida y acelerar los proyectos de infraestructuras opuestos a la Nueva Ruta de la Seda china (como el por ahora teórico canal de navegación israel Ben Gurión, que trataría de suplantar al canal egipcio de Suez como paso clave de la navegación marítica internacional). Para ello, el apoyo de Estados Unidos (cómplice necesario y voluntario) ha sido, es y será clave en estas guerras genocidas que buscan mantener a cualquier precio el menguante control estadounidense y británico sobre todo Oriente Medio.
