
La líder de la Agrupación Nacional francesa en la Asamblea Nacional, Marie Le Pen, ha dejado claro al primer ministro, Michel Barnier, que si no acata las «líneas rojas» de su partido para los próximos presupuestos generales, está dispuesta a apoyar una moción de censura que tumbe a todo el Gobierno, lo que abriría una nueva crisis política en Francia. La formación ultraderechista critica la subida de impuestos a la electricidad o que las pensiones no queden vinculadas a la inflacción, al tiempo que reclama «medidas de urgencia» de apoyo a los agricultores y considera «extremadamente prudentes» sus propuestas sobre inmigración. Por su parte, el Gobierno francés apela a la necesidad de estabilidad política y económica para cuestionar cualquier movimiento que ponga en duda su legitimidad.