
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha afirmado que la organización militar sigue «paso a paso» la situación en Corea del Sur, tras el intento de autogolpe que intentó declarar la ley marcial en territorio surcoreano para saltarse el bloqueo parlamentario de los partidos de la oposición. También ha señalado que Seúl se trata de un socio «clave» para la OTAN en la región del Pacífico. «Por ahora no quiero hacer comentarios», ha señalado el secretario general, evitando pronunciarse respecto a la crisis surcoreana.
Desde Praefuturus, coincidimos en señalar que Corea del Sur siempre ha sido un socio clave en su estrategia militar de cerco no sólo contra Corea del Norte, sino también contra la propia China. De hecho, EEUU trasladó armas nucleares a suelo surcoreano desde 1958 y mantiene allí unos 26.000 soldados de manera permanente.
Un hecho muy significativo es que, al igual que EEUU y los socios europeos, el secretario general de la OTAN ha evitado pronunciarse respecto a la crisis de un importante aliado, eligiendo en su lugar utilizar discursos vacíos acerca de ver cómo los surcoreanos «tratan de estabilizar la situación». De haber sido el caso de una de las llamadas revoluciones de colores en un país considerado no amigo, hubiesen sido constantes los llamamientos en los medios de comunicación occidentales para garantizar la democracia por la fuerza de las armas a toda costa.