
El Partido Socialdemócrata (PSD) y el primer ministro en funciones de Rumanía, Marcel Cialocu, ha sido propuesto para repetir en el cargo al frente de una gran coalición de partidos europeístas formada por el propio PSD, el liberal PNL y el de la minoría húngara UDMR, que tendrá mayoría tanto en el Congreso como en el Senado. A pesar de ello, la repetición de los comicios electorales rumanos han vuelto a poner de relieve el voto de protesta recogido por partidos populistas y extremistas, que lograron hasta un 33% de los votos a pesar de las polémicas desatadas en el país durante los últimos meses.
Desde Praefuturus, debemos recordar que el pasado 24 de noviembre, el vencedor de la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas había sido el nacionalista Cali Georgescu. Su victoria fue anulada por el Tribunal Constitucional rumano a pesar de que el Comité Electoral había confirmado el recuento de los votos con resultados casi idénticos a los publicados originalmente.
Evidentemente, esta anulación de resultados se debió a las presiones de la UE y la OTAN, que no podían permitir el paso a segunda vuelta de un candidato que había declarado públicamente su posición en contra de una posible participación directa por parte de la UE en la guerra proxy ucraniana contra Rusia. Sin embargo, dicha anulación supone un peligroso precedente dentro de la Unión Europea que estamos seguros que volveremos a ver más pronto que tarde y más allá del escenario rumano.