14/12/2025

La Policía llevó más de 200 registros en 19 regiones del país para detener a aquellos ciudadanos ucranianos que hubieran evadido el servicio militar o que estuviesen presuntamente implicados en las redes que ayudan a cruzar la frontera a los varones en edad der ser movilizados (entre los 18 y 60 años) y que tienen prohibida la salida del país.

Desde Praefuturus, ya hemos señalado en numerosas ocasiones los graves problemas de reclutamiento que sufre Ucrania prácticamente desde el inicio del conflicto armado. A pesar de que los constantes esfuerzos de nuestra propaganda amiga, lo cierto es que Ucrania es el país más corrupto de Europa y su sistema de reclutamiento adolece de mecanismos económicos de pagos para eludir el servicio obligatorio, que evidentemente no están al alcance de la mayor parte de su ciudadanía. Por otro lado, las constantes exigencias de nuevas tropas para su despliegue casi directo en un frente bélico en constante retroceso, hacen que todos los ucranianos sean todavía más conscientes de la realidad bélica.

Por supuesto, existen grupos criminales que tratan de aprovecharse de esta terrible situación, ayudando a cruzar las fronteras vecinas u ofreciendo documentación falsificada (analógica y/o digital) con la que huir hacia países comunitarios como Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía a los que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha pedido públicamente y en numerosas ocasiones que repatríen a sus nacionales en edad de combatir.

Sin embargo, un hecho del que se habla muy poco en los medios de comunicación occidentales es que la población civil ucrania se ha solidarizado completamente con las personas llamadas a filas, por lo que trata de socorrerlas o esconderlas en sus casas, llegando incluso a enfrentarse físicamente a los reclutadores militares del Ejército que patrullan en su busca por las calles.

En definitiva, ni las recientes reformas militares en el sistema de reclutamiento ni la realidad bélica en el frente han cambiado la acuciante necesidad de nuevas tropas para Ucrania en una guerra proxy que, recordemos, le fue impuesta por imposiciones externas (Estados Unidos, Reino Unido y la OTAN) por razones que ya hemos explicado aquí numerosas veces. Quizá sea muy ingenuo pedir que la nueva administración Trump cumpla realmente sus promesas electorales acerca de esta guerra proxy, pero esperamos que se logre una paz rápida y permanente en Europa antes de que sea demasiado tarde.