
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha vuelto a insistir en que todos los miembros de la organización lleguen al 2% en Defensa antes de este verano y que eleven la inversión «más pronto que tarde» para un nuevo listón por encima del 3% del PIB. «Más adelante veremos exactamente cuál debe ser la cifra», ha indicado ante las incipientes discusiones de los aliados frente al supuesto nuevo compromiso. A pesar de que no ha querido detallar el grado de riesgo de un ataque ruso, sí ha insistido en que los aliados deben reforzarse para mantener la disuasión en el próximo lustro (a costa de dedicar parte de lo que se destina a pensiones o sanidad a Defensa, como ha defendido el propio Rutte durante las últimas semanas).
Desde Praefuturus, debemos señalar que el grado de riesgo de ataque ruso es prácticamente inexistente, sólo se usa como excusa para recortar lo que queda del estado del estado de bienestar europeo para mantener por las nubes la industria militar estadounidense. ¿Por qué sólo la de EEUU? La respuesta es sencilla en este caso.
Cada ejército de cada país miembro de la OTAN tiene sus propia industria militar a pequeña escala para cubrir los suministros propios para sus respectivos ejércitos (en la anterior situación general de paz). Sin embargo, las imposiciones de la presidencia Biden obligaron a los aliados europeos ha transferir todos sus suministros, municiones y arsenales (fabricados dentro de la UE) a Ucrania, con el fin de obligar ahora a los mismos aliados europeos a recomprar a EEUU para volver a llenar sus propios arsenales, además de comprar nuevos equipos militares con la excusa de una supuesta (e inexistente) agresión rusa futura contra la Unión Europea.
Por su puesto, éste es un negocio tan redondo para EEUU (sin importar quién ocupe la Casa Blanca) que presiona a través de la OTAN para imponer sus intereses sobre los aliados europeos. Uno de los grandes problemas es que este gasto, que conseguirán imponernos ante las inexistentes protestas ciudadanas europeas, forzosamente se tendrá que sacar de las partidas guardadas para mantener el estado de bienestar (pensiones, sanidad, educación, etc) de todos los países y pueblos europeos.
En definitiva, la mayoría de los políticos a los que alude Rutte llegarán a cualquier trato a este respecto para salvar sus propias cabezas, por lo que sólo podemos ser los ciudadanos quienes tengamos que presionar para evitar que EEUU y la OTAN destruyan lo poco que nos queda del estado de bienestar europeo.