
El Observatorio de Derechos Humanos y Empresas (ODHE) acaba de publicar un informe en el que se recoge el funcionamiento de las tecnologías de vigilancia masiva contra la población palestina por parte de las autoridades israelíes. Además de las tradicionales herramientas digitales de control (como el monitoreo en redes sociales) y la intercepción de llamadas y mensajes, también se utilizan muros ‘inteligentes’ equipados con sensores de movimiento y tecnología biométrica.
También figuran sistemas de vigilancia masiva como «Red Wolf» (escanea e identifica los rostros), «Wolf Pack» (inscribe los datos biométricos en una base de datos), «Blue Wolf» (permite el acceso de los militares israelíes a los datos almacenados Wolf Pack), «Proyecto Hawk-Eye» (rastrea y registra vehículos mediante el escaneo de su matrícula y ocupantes) o Ciudad Vieja de Jerusalén (permite el acceso de la policía israelí a las cámaras de la ciudad).
Así como tecnologías militares automatizadas como el «Smart Shooter» (para disparar de forma automática granadas de gas y/o balas de punta de esponja), «Lavender» (que identifica objetivos humanos para su bombardeo) o «Gospel» (que se encarga de edificios e infraestructuras).