
El ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, ha amenazado con la anexión israelí de territorios de Cisjordania, si Reino Unido, Francia y otros países reconocieran el Estado palestino. Todo apunta a que las declaraciones de Dermer tratan de evitar un potencial reconocimiento internacional del Estado palestino durante la próximo cumbre en New York, que coopresidirán el próximo 18 de junio Francia y Arabia Saudí. De hecho, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, también habría realizado advertencias similares en cuanto a posibles «medidas unilaterales» tanto a su homólogo francés Jean-Nöel Barrot como al británico David Lammy.
Desde Praefuturus, debemos recordar que la tendencia histórica ha sido la expansión indirecta a través de asentamientos israelíes ilegales, que imposibilitasen en la práctica la creación de un Estado palestino propio. Sin embargo, el actual Gobierno de coalición del primer ministro, Benjamin Netanyahu, pretende la anexión directa de todos los territorios palestinos (sin sus residentes palestinos), utilizando como la excusa los ataques de Hamás durante el pasado 7 de octubre de 2023.
Sabiendo de antemano que las intenciones públicas del Gobierno israelí son la expansión territorial completa, hay que entender que Israel dará impunemente los pasos que sean necesarios para llegar a esa meta, al menos hasta que sus únicos grandes apoyos internacionales (EEUU, Reino Unido, Francia y/o Alemania) no reconozcan oficialmente el Estado de Palestina, puesto que impondría problemas de mayor dificultad para que Israel mantuviese el control total en los territorios ocupados palestinos a corto y/o medio plazo.
No obstante, el Gobierno de Netanyahu está en una posición cada vez más delicada, ya que sus pocos pero importantísimos apoyos internacionales parecen empezar a quebrarse por la creciente indignación de sus respectivas ciudadanías. Ni la censura en algunos grandes medios de comunicación ni las prohibiciones legales de exhibición de símbolos de resistencia o de manifestaciones ciudadanas en contra del genocidio del pueblo palestino ejecutado por Israel (como hemos visto hasta ahora en Alemania, Reino Unido o Francia) pueden evitar que la mayoría de la gente se esté dando cuenta de lo que están apoyando sus respectivos Gobierno nacionales (y algunas instituciones supranacionales como la UE).
Asimismo, llama la atención que durante la reciente visita a la región realizada por el presidente Donald Trump no visitase hiciese escala o visitase personalmente Israel, siendo uno de los presidentes más políticamente proisraelí de la historia de EEUU (no olvidemos que durante su primer mandato cambió la embajada de Tel Aviv a Jerusalén o que apoyó públicamente el plan israelí de desplazar forzosamente a los palestinos de la Franja de Gaza a otros países). ¿Acaso el cheque en blanco estadounidense tiene una fecha límite? ¿O es que se han decidido unas negociaciones reales con Irán para acelerar la estabilidad regional y la normalización de las comunicaciones a través del Canal de Suez?