
El Tribunal de Comercio Internacional ha ordenado suspender la mayor parte de los aranceles globales (Canadá, China y México) del presidente, Donald Trump, al considerar que se extralimitó en sus funciones cuando adoptó esa medida, que han declarado «ilegal» saltándose al Congreso. De este modo, se ha fallado a favor de una medida cautelar permanente, lo que podría congelar los aranceles globales, antes incluso de que la administración Trump llegue a algún acuerdo con los países afectados, aunque se ha fijado un plazo de 10 días para que «hagan efectiva la medida cautelar permanente». Por su parte, la Casa Blanca ha afirmado que recurrirá la sentencia defendiendo la necesidad de los gravámenes, porque los déficits comerciales de EEUU con otros países han «creado una emergencia nacional que ha diezmado las comunidades estadounidenses», como señaló el portavoz Kush Desai, concluyendo que «no les corresponde a jueces no electos decidir cómo abordar adecuadamente una emergencia nacional».