El ministro británico de Exteriores, David Lammy, ha asegurado que el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es la base «creíble, viable y pragmática» para resolver el conflicto sobre la excolonia española, durante la primera visita de un ministro de Exteriores británico a Marruecos desde el año 2011. Ello supone un giro de posición diplomática tradicional de Reino Unido, pronunciándose por primera vez también respecto al plan de autonomía del Sáhara Occidental.
Desde Praefuturus, consideramos esta noticia muy significativa. EEUU ha elegido (y privilegiado) su relación con Marruecos, con generosas ayudas financieras y ventas de armamento moderno durante los últimos años como parte de su geoestrategia de control sobre el Sahel y el norte de África. De ahí, el giro diplomático (forzoso) impuesto a los tradicionales aliados británicos y europeos (Francia y España) respecto a una rápida resolución del conflicto entre un Frente Polisario, abandonado una vez más por Occidente y un Marruecos envalentonado contra sus vecinos, incluyendo también a la propia España por las pretensiones territoriales marroquíes sobre Ceuta, Melilla y las islas Canarias.
De hecho, nos tememos que las grandes potencias occidentales han vuelto a vender la libertad e independencia del pueblo saharaui a cambio de la beneficiosa renovación de contratos mineros (fosfatos y otros minerales importantes), así como la posible explotación de yacimientos submarinos de hidrocarburos canarios que reclama Marruecos para sí.
