
Mark Epstein aseguró que su hermano Jeffrey sabía cosas que perjudicaban al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que éste no se suicidó en la prisión en la que cumplía condena por pedofilia y tráfico de menores. También aseguró que los propios forenses de Nueva York no pudieron clasificar su muerte como un suicidio. «La médica forense de la ciudad, Kristin Roman, quien realizó la autopsia junto con Michael Baden en mi nombre (…), declararon que no podían declararlo un suicidio porque se parecía demasiado a un homicidio», explicó Mark durante una entrevista telefónica con el diario italiano ‘Corriere della Sera’. Sin embargo, también agregó que posteriormente «Barbara Sampson, la jefa forense, declaró que se trataba de un suicidio, sin explicar que examen se había realizado».
LLas declaraciones de Mark se producen tras el reciente anuncio del FBI y el Departamento de Justicia (DOJ) de que cerrarían su investigación al afirmar que no existía una «lista de clientes» famosos a los que chantajease el fallecido Jeffrey Epstein, así como por el intento exitoso de algunos líderes republicanos por adelantar el descanso estival de los congresistas para posponer su debate público en la Cámara (pese a la continuación de su actividad por algunos subcomités) o por los numerosos cambios de posturas y declaraciones públicas del propio presidente Trump acerca del caso Epstein.