La postura pública de apoyo a Israel mantenida por el presidente Biden es muy irresponsable, pudiendo convertirle en cómplice de nuevos crímenes de guerra, porque la cuestión no es únicamente evitar que Israel se cobre su venganza contra la población civil palestina, algo que ya de por sí es horrible e inhumano. Lo que verdaderamente está en juego es que toda la región arda en un incendio descontrolado de consecuencias imprevisibles, incluso para los pirómanos que lo están provocando.