Con un complejo telón de fondo internacional, además de una gran división interna en la propia Eurocámara entre las facciones de centroderecha y defensores de Israel, por un lado, y las progresistas-izquierdas que defienden Palestina, por otro, se produjo el enfrentamiento entre Ursula Von de Leyen, enrocada en su ciega protección de los crímenes israelíes, y el cambio de postura de Josep Borrell, que no solo parece haber dado marcha atrás respecto a sus declaraciones iniciales, sino que ahora se muestra más firme en su apoyo al Derecho Internacional y más alerta de un creciente riesgo real de escalada del conflicto.