El Gobierno de Israel ha aprobado una nueva regulación que permitirán a las autoridades, en este caso el Ministerio de Comunicaciones y de Defensa de Israel, cerrar medios de comunicación extranjeros en caso de que se haya declarado el estado de emergencia, como en la actual guerra entre Hamás e Israel, y considerar que las emisiones estén siendo dañinas para la seguridad nacional. Las medidas tienen carácter retroactivo, serían válidas durante 30 días y prorrogables otros 30 días. Dichas regulaciones son una clara respuesta a las informaciones emitidas por Al Yazira o la BBC cuando no han respaldado la versión pública israelí sobre la guerra en la Franja de Gaza.