Los gobiernos británicos, francés y alemán han protagonizado de la forma más abierta posible la puesta de todo tipo de obstáculos legales y políticos a las manifestaciones de solidaridad con la población palestina contra la guerra de Gaza sin poder eliminarlas por completo en diversas ciudades y capitales europeas. Sabiendo que no son las únicas autoridades europeas en tratar de imponer este tipo de medidas y restricciones, cabe preguntarse las razones de semejante atropello conjunto a los derechos de expresión y manifestación de la ciudadanía europea.