El Gobierno de Siria ha denunciado la muerte de ocho de sus militares, e hiriendo a otros siete, en un ataque de Israel contra la provincia de Daraa. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han señalado que sus cazas atacaron «infraestructuras y lanzadores de mortero» de las tropas sirias «en respuesta a lanzamiento de cohetes desde Siria», que cayeron en una zona abierta. Este tipo de cruce de disparos a ambos lados de la frontera sirio-israelí no es novedoso en sí mismo, dada la disputa inacabada de los Altos del Golán, pero, sin duda, contribuye la incremento de las tensiones internacionales en la región en un momento particularmente difícil provocado por la guerra entre Hamás e Israel, además de los bombardeos israelíes sobre la población civil palestina en la Franja de Gaza.