Un nuevo informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) indica que el cultivo de opio en Afganistán podría haberse reducido hasta un 95%, tras la prohibición del líder supremo talibán, Hibatullah Akhundzada, mediante un decreto en 2022. Dicho informe ahonda en las dificultades que ello puede ocasionar en un campesinado ya muy empobrecido, por un lado, y, por otro, en los países de destino, donde se sospecha que se recurría a la producción químicos más baratos y peligrosos para su consumo. En cualquier caso, cabe preguntarse como es posible que la coalición internacional, liderada por EEUU y presente en el país desde 2001 hasta 2021, nunca consiguiera estas cifras en su supuesta lucha contra el opio talibán.
