Tras el liderazgo del izquierdista Jeremy Corbyn de 2015 a 2019, el líder laborista Keir Starmer ha llevado al partido hacia un centro político difuso, incluso próximo a un desgastado partido conservador en algunos temas, como la negativa a pedir un alto el fuego en la Franja de Gaza a Israel. Por ello, diversos laboristas están rompiendo filas de la forma más diversa: con enmiendas en el Parlamento británico a favor de un alto el fuego, participación pública en marchas propalestinas, dimisiones, expulsiones y un largo etcétera. No obstante, el líder laborista se mantiene firme en su línea proisraelí, marcada por los Gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, sin responder en ningún momento a la pregunta «después de la guerra, ¿qué?»