La primera visita del presidente chino Xi Jinping a Estados Unidos en seis años con motivo de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se ha saldado con una reunión bilateral con supuestas buenas intenciones de diálogo y amplias disensiones en su diputa por la hegemonía internacional. En lo referente a los campos económicos-comerciales, EEUU ha diseñado una serie de mecanismos internacionales para restringir la entrada de superconductores y chips hacia China, esenciales para la industria de innovación y digitalización, con el objetivo declarado ralentizar o tratar de paralizar los gigantescos saltos científicos, técnicos y comerciales protagonizados por China en las últimas décadas. Otro tema candente ha sido el de la investigación de inteligencia artificial, donde EEUU también está velando por la instauración de controles internacionales que limiten la velocidad de los progresos chinos en este ámbito. Taiwán, por su parte, también sigue siendo un tema polémico de discusión, aunque el presidente chino ha evitado hacer pronunciamientos polémicos ante la cercanía de las elecciones de enero en la isla. Pero el gran campo de batalla que se perfila es la progresiva desdolarización de la economía mundial, dado que las economías emergentes sopesan nuevas alternativas como crear una divisa común en un contexto que ahora les resulta favorable o volver a utilizar otras divisas nacionales en sus intercambios económicos.