Científicos de la Universidad de Cambridge estudiaron cientos de troncos de árboles desenterrados por los agricultores en el este de Inglaterra mientras araban sus campos. La mayor parte de la madera antigua procedía de un bosque de enormes tejos que murieron hace unos 4.200 años, cuando los árboles cayeron bajo la turba y se conservan hasta hoy. En un estudio publicado en Quaternary Science Review, los investigadores plantearon la hipótesis de que un rápido avance del nivel del mar en el mar del Norte inundó la zona con agua salada, provocando la desaparición de grandes boques como este. Afortunadamente, la información climática y ambiental que contienen estos árboles podría ser vital para determinar si este evento climático podría estar relacionado con otros que ocurrieron en otras partes del mundo, al mismo tiempo, incluida la megasequía en el Medio Oriente que pudo haber sido un factor del colapso del Reino Antiguo de Egipto, por ejemplo.