Dos años y medio después de suicidarse supuestamente en la prisión española donde cumplía condena, el cadáver del magnate informático John McAfee ha sido entregado a sus familiares después de un largo proceso que se inició cuando la defensa legal del fallecido trató de reabrir la primera investigación que había determinado que McAfee se había ahorcado en su celda. Sorprendentemente, tampoco dieron resultado las peticiones de su viuda para que se realizase una segunda autopsia forense que confirmase o desmintiese la primera. Sólo consiguieron complejos obstáculos y aplazamientos burocráticos, que por fin han terminado. Los restos de John McAfee serán repatriados a EEUU donde familiares y amigos podrán celebrar su funeral, a pesar de que no cerrará en ningún caso las heridas y dudas legítimas generadas por un suceso visiblemente tan anómalo e irregular.