El Gobierno brasileño ha defendido la necesidad de que el presidente ruso Vladimir Putin asista en 2024 al encuentro del G20 que está previsto que se celebre en Río de Jainero. «Queremos que Rusia venga. Una conferencia del G20 sin Rusia es una conferencia incompleta», ha señalado Celso Amorim, asesor jefe en asuntos internacionales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Asimismo, también ha criticado el papel jugado por el Tribunal Penal Internacional (TPI), secuestrado en su actuación según los intereses internacionales de Occidente.