La tensión en Oriente Medio se dispara después de que Irán atacase con 24 misiles a objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y «espías del régimen sionista (Israel) en Siria e Irak, para «vengar» a las víctimas del atentado de Kerman, el pasado 3 de enero. Once de estos misiles fueron lanzados contra el «cuartel general del Mossad» israelí en Erbil (Irak), en el que supuestamente murieron cuatro espías de Israel. Los otros trece estuvieron dirigidos hacia Siria contra objetivos del Estado Islámico, grupo que a su vez, había reivindicado el doble atentado de Kermán que causó 94 muertos en Irán. «Las operaciones son parte del justo castigo de Teherán contra aquellos que han actuado contra la seguridad del país», aseveró el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.