Esta nueva contienda por el mar Rojo esconde otra más virulenta: la de las rutas comerciales terrestres y marítimas que China y Estados Unidos se disputan de forma sigilosa desde hace unos diez años. Frente a los gigantescos megaproyectos comerciales chinos como la Nueva Ruta de la Seda, EEUU anunció la creación del «pasaje económico entre India y Europa» junto a Arabia Saudí, los Emiratos Árabes e Israel. A esto habría que sumar el megaproyecto israelí del Canal de Ben Gurion, expuesto por Netanyahu a Biden en la última cumbre de Sharm El-Sheikh, cuya construcción queda a expensas del resultado de la destructiva guerra que Israel inició contra la Franja de Gaza para liberarla de todos sus habitantes palestinos. No obstante, la ofensiva hutí no sólo ha trastornado los planes estadounidenses en la zona, sino que ha provocado el colapso de la política de disuasión de EEUU.
