La extrema derecha israelí que conforma el Gobierno de Netanyahu, incluyendo 12 ministros, se congregó el domingo 28 de enero en una conferencia en Jerusalén para exponer sus planes para la Gaza de posguerra: reconstruir asentamientos judíos en el conclave y alentar la «emigración voluntaria» de los 2,3 millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza. «Debemos alentarlos a que se vayan», instó el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Ben Gvir citando la Torá para citar el derecho divino de los judíos para habitar en toda la antigua tierra de Israel, que incluye los territorios palestinos ocupados. «Solo el traslado (de palestinos de Gaza), traerá la paz», se pronunció el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich. Desde Praefuturus, entendemos que la faceta religiosa del conflicto sólo es una estrategia política para involucrar a la parte más activa de la sociedad israelí en el apoyo político al Gobierno de Netanyahu, así como a los verdaderos objetivos económicos y comerciales que se esconden tras los actuales crímenes de guerra israelíes perpetrados en la Franja de Gaza.
