Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han acordado por unanimidad la ayuda de 50.000 millones de euros para Ucrania en los próximos cuatro años dentro del presupuesto comunitario tras ceder el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y retirar su veto. Desde Praefuturus, nos hacemos numerosas preguntas que consideramos de extrema relevancia: si los algunos importantes líderes europeos están volviendo a decir que ya no hay dinero para proyectos sociales ni empresariales, ¿por qué la ciudadanía europea no hace público su rechazo a unas partidas millonarias y obligatorias a un Estado que no pertenece ni a la UE ni a la OTAN cuando hay situaciones más urgentes y merecedoras de atención presupuestaria dentro de las fronteras comunitarias? ¿A qué intereses responden realmente los líderes de la UE? ¿Hasta qué extremo desangrará Estados Unidos a la UE para imponer su hegemonía global? ¿Se puede obligar a los líderes comunitarios a dar marcha atrás en este tipo de estrategias en un año electoral tan importante para la propia Unión Europea?
