Las autoridades rusas han acusado a la comunidad internacional occidental de mantener su silencio ante el sabotaje de los gaseoductos Nord Stream 1 y 2 durante en el Báltico en septiembre de 2022. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha subrayado que es «significativo» que Suecia haya decidido cerrar la investigación en torno a los ataques. «Se ha publicado mucha información sobre quién puede estar detrás de los ataques, por lo que esta decisión (la de cerrar la investigación) es notable». También se ha lamentado de que los países occidentales «se han negado hasta ahora a compartir cualquier información. Han optado por cercenar este asunto», recordando que, por su parte, Rusia ha abierto una causa penal por terrorismo internacional para llegar al fondo de la cuestión. Desde Praefuturus, somos conscientes de que las alusiones del portavoz ruso parecen referirse al importante artículo del periodista de investigación, Seymour Hersh, en el que señalaba a la actual administración estadounidense, concretamente al propio presidente Joe Biden, como el culpable directo al dar la orden que provocó la explosión, según fuentes militares, y a pesar de que tanto EEUU como sus aliados en la OTAN y la UE han intentado redirigir las investigaciones primero hacia la propia Rusia y más tarde hacia nacionalistas y militares ucranianos, lo cierto es que esta línea de investigación no parece haber convencido al resto de la comunidad internacional, lo que evidencia nuevamente el uso a gran escala de la propaganda y la manipulación en este pulso global de intereses.