La Eurocámara y los Estados de la UE llegaron a un acuerdo político sobre las nuevas reglas europeas de control de déficit y deuda. Se mantiene el acuerdo político de los Veintisiete en diciembre, lo que deja más margen que las precedentes para que los Estados elijan su propia senda de ajuste fiscal y flexibiliza los plazos si se hacen inversiones, pero que también contempla recortes anuales fijos de deuda y déficit cuando se superen ciertos umbrales: el 3% y el 60% sobre el PIB del déficit y de la deuda, respectivamente. A petición de Alemania y otros Estados, se introdujeron objetivos comunes para todos los países con el fin de evitar que se posterguen los ajustes. Asimismo, el acuerdo ha introducido más margen para que los Estados puedan hacer más inversiones que no computen para los cálculos del gasto público, siempre que vayan vinculadas a ciertos objetivos políticos prioritarios de la UE como la transición ecológica, la digitalización, la seguridad energética o la política de defensa. Tras su ratificación por el Europarlamento y los Estados, se espera que sus normas entren en vigor en los presupuestos de 2025.