Tras cuatro meses y medio de bloqueo total por parte de Israel sobre la Franja de Gaza, han comenzado a aparecer los inevitables signos de hambruna en una población civil que por ahora apenas subsiste en el norte a base de piensos de animales. «No hay refugios, ni agua limpia, ni comida adecuada. Básicamente no hay comida en absoluto. Ahora nos vemos reducidos a comer pienso», explica un desesperado palestino confirmando los peores temores. Al tener que explicar las razones esta terrible catástrofe, el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Stefan Dujarric, no pudo ser más claro al informar que «entre el 1 y el 11 de enero, sólo fue posible entregar en el norte de la Franja 3 de los 21 envíos de ayuda humanitaria, incluidos alimentos, medicinas, agua y otros suministros vitales» debido a la «reiterada denegación de entrada de ayuda y la falta de coordinación de las autoridades israelíes».
