El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha presentado públicamente su plan para Gaza una vez terminada la ofensiva militar israelí. El Gobierno de Israel apuesta por una futura administración local de personas «con experiencia» y sin afiliación «con países o entidades que apoyen el terrorismo», sin mencionar a la Autoridad Palestina ni descartar su papel en ella, la desmilitarización total del territorio «incluso más allá de lo necesario para mantener el orden público» y el cierre de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Además, Netanyahu también ha afirmado que «el plan de rehabilitación será financiado y encabezado por países aceptables para Israel». También ha asegurado que continuarán con su plan para crear una zona tapón en el territorio de la Franja de Gaza, que ha arrancado ya con la demolición de edificios a un kilómetro de la frontera. Esta propuesta chocaría frontalmente contra la presentó la Administración Biden, que ha afirmado que Gaza no debería perder parte de sus territorios tras el conflicto, al mismo tiempo que se ha pronunciado contra la «reocupación» del enclave costero.