Los desacuerdos internos han dificultado la elección de los miembros que conformarán el consejo presidencial de transición en Haití. La formación de dicho consejo fue la solución consensuada entre la Comunidad del Caribe (Caricom), así como la ONU y otros socios internacionales como Estados Unidos, Canadá o Francia, con representantes haitianos para poner fin a la ola de violencia y criminalidad que obligó a dimitir al ex presidente Ariel Henry. Sin embargo, las discrepancias entre los principales partidos políticos haitianos han frustrado una rápida formación del nuevo consejo de transición que debe nombrar a un primer ministro interino hasta que se puedan convocar elecciones. A estas discrepancias se une la oposición abierta de grupos armados que se oponen a las inferencias extranjeras en la política interna de Haití.