El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, ha anunciado su dimisión como jefe del Gobierno irlandés y ha confirmado que también abandonará su cargo como líder del partido conservador Fine Gael. A pesar de que Varadkar sólo ha aclarado que los motivos de su renuncia son «personales y políticos», el principal motivo podría deberse al fracaso de intentar reformar la Constitución irlandesa en un referéndum público, en el que tanto la coalición de partidos tradicionales irlandeses como la oposición liderada por el Sin Feinn habían apoyado los cambios propuestos. No obstante, la mayor parte de la ciudadanía rechazó en dicho referéndum las propuestas planteadas, que incluían eliminar el lenguaje sexista del texto constitucional (rechazada por el 67,69%) y ampliar el modelo de familia para incluir modelos no tradicionales y «relaciones duraderas» (rechazada por el 73,93%).