El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha mostrado su preocupación por el desalojo de las protestas propalestinas en campus universitarios de EEUU y ha subrayado que algunas de las actuaciones policiales fueron desproporcionadas. Asimismo, ha apelado a la mesura, legalidad, necesidad y proporcionalidad «para limitar cualquier actuación sobre las protestas a la necesidad de garantizar otros derechos y libertades en el mantenimento del orden público. A pesar de que también ha calificado como inadmisible que puedan darse discursos de odio, ha hecho énfasis en que cualquier conducta de este tipo se examine de forma «individual» y no grupal, para que no se pueda «imputar a todos los miembros de una protesta los inaceptables comentarios de unos pocos».