Reunido de urgencia, el Gabinete de Guerra israelí rechazó la noche del lunes 6 de mayo la propuesta de alto el fuego que previamente había aceptado y aprobó por unaminidad acelerar la operación militar en Rafah. Dicha propuesta había sido mediada por Egipto y Qatar, que han tratado de evitar hasta el último momento la continuidad de los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza y, concretamente, el asalto a Rafah. «Israel está en serios aprietos. Pensaba que Hamás no aceptaría la oferta y ahora está en una encrucijada: de aceptar, el Gobierno de Netanyahu colapsaría (por la división interna); pero si no lo hacen, van a recibir mucha presión de Estados Unidos y Occidente», explicó el periodista palestino Muath Hamet.