El Alto Comisionado de Francia para Nueva Caledonia, Louis Le Franc, ha afirmado que, a pesar de que los manifestantes han prendido fuego a un colegio y dos comercios, durante la cuarta noche de protesta contra la ampliación del censo electoral, se ha constatado por fin una disminución de la violencia. No obstante, el propio Le Franc también ha reconocido que el control en algunos distritos de la capital «ya no está garantizado», si bien espera que el despliegue de «refuerzos» sirva para «reconquistar» estas áreas de tensión. En lo relativo al abastecimiento de la población, el Gobierno de Nueva Caledonia ha asegurado que «no existe excasez de alimentos» y también ha recalcado que hay alimentos para subsistir durante al menos dos meses. Por su parte, las autoridades francesas han puesto en marcha un despliegue en las inmediaciones del aeropuerto Numea-Magenta para garantizar la seguridad de las instalaciones.
Desde Praefuturus, queremos recordar que estos disturbios comenzaron cuando el Parlamento francés aprobó una reforma electoral que concede derecho de voto a ciudadanos franceses en Nueva Caledonia.
