En el contexto de esta nueva guerra fría o lucha por la hegemonía mundial, EEUU acaba de revelar en su International Cyberspace and Digital Strategy que gira en torno al «minilateralismo», es decir, a coaliciones internacionales con aliados selectivos, que demuestren tener unos intereses y unos objetivos comunes en la defensa de los ciberataques. Establecerá una «solidaridad digital» que enfatice el papel relevante de la tecnología sobre la diplomacia. Para ello, Nathaniel Fick ha sido elegido embajador americano para la política digital, contando con 50 millones de dólares para sellar acuerdos internacionales y poderes ejecutivos plenos para perfilar la visión estratégica global.
Desde Praefuturus, consideramos que conceptos como «solidaridad digital» pueden parecer muy tentadores en tiempos convulsos. Aparentemente, la necesidad de las circunstancias de nuevo a Estados Unidos a buscar aliados leales y cooperativos, para «perseguir amenazas compartidas» y «obtener dividendos y beneficios por ello». Un acuerdo donde supuestamente todos ganan. Sin embargo, volvemos a encontrarnos en realidad con una nueva estrategia digital para garantizar la supremacía tecnológica estadounidense mundial frente al bloque encabezado por China y Rusia, en este momento clave en la carrera internacional por el dominio de la IA.