El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, ha dicho que el «terrorismo» en Cisjordania debe ser erradicado, aunque eso signifique que algunas de sus ciudades acaben «con el mismo aspecto que tiene Gaza actualmente», tras registrarse disparos contra la localidad israelí de Bat Hefer, situada en la llanura de Sharón y adyacente a la línea de demarcación fronteriza con Cisjordania.
Desde Praefuturus, debemos recordar que este tipo de declaraciones son lo suficientemente claras para no engañar a nadie: el Gobierno israelí no se detendrá en la Franja de Gaza. Ya lo han dejado bastante claro suficientes políticos y militares de Israel. La excusa es el «terrorismo», pero algunos de los objetivos reales son el retraso en una hipótetica convocatoria de elecciones israelíes, la expulsión de la población residente palestina (o su deceso por la vía de las armas), la anexión fáctica de todo el territorio y su inmediato aprovechamiento económico, para lo cual ya se conocen numerosos proyectos por ahora teóricos, como la construcción del canal de Ben Gurion. Evidentemente, los territorios palestinos sólo serían el comienzo de esta pesadilla internacional.