El Gobierno ucraniano está recibiendo un creciente apoyo de dirigentes de la Unión Europea y la OTAN para atacar Rusia con armas occidentales, al mismo tiempo que también está cerrando acuerdos con países como Francia que podrían mandar a Ucrania a miles de instructores y asesores militares europeos. Rusia ha denunciado que este último paso sólo es una manera de encubrir el eventual despliegue de tropas de combate francesas que ya había señalado en febrero el presidente francés Emmanuel Macron. Sin embargo, Francia no está sola en este empeño, aunque el Gobierno francés haya tenido miedo hacer público la confirmación del acuerdo por miedo a posibles consecuencias políticas durante las elecciones electorales europeas de junio. Gran Bretaña, Polonia y los estados bálticos también han mostrado su intención de enviar a sus propios militares nacionales. Es evidente que Ucrania no va ganar esta guerra contra Rusia con miles de «instructores» si estos no participan directamente en los combates, para eso ya están los campos de formación de soldados ucranianos dispersos por toda Europa.
Desde Praefuturus, queremos resaltar que esta carrera hacia el abismo sólo puede conducir hacia un conflicto directo con Rusia. Sin duda, éste sería un enfrentamiento directo beneficiaría enormemente a Estados Unidos y Reino Unido en su lucha geopolítica por la hegemonía global contra China y Rusia, pero también dejaría una inasumible devastación europea a todos los niveles, y todo ello, recordemos, con la excusa pública de librar una guerra proxy para defender a un Estado que no pertenece ni a la OTAN ni a la Unión Europea.